La resina evita que la caries (una infección inducida por bacterias) se propague aún más en el diente y, si no se trata, ésta continúa hacia el tejido sensible de la pulpa interna (nervio) ubicado en el conducto radicular. Si eso sucediera, necesitaría un tratamiento de conducto radicular (tratamiento de nervio).
Primero, se realiza un examen clínico del diente para determinar la extensión de la caries, la cual se elimina con una pieza de alta (taladro dental), luego se limpian todos los restos del diente y se aplica el material de relleno (una mezcla de resina y cuarzo), que se adhiere al resto del diente. Es normal cierta sensibilidad al calor y al frío en las primeras semanas después del tratamiento. Si persiste más allá de eso, o tiene algún dolor real al morder, háganoslo saber. Esto podría indicar que es necesario realizar un ajuste de mordida en la resina. La caries dental es una enfermedad prevenible.